domingo, 4 de enero de 2009

FELCO TEATRO

Declaración política Felco Teatro.

En sus ediciones anteriores el Felco, a través de sus asambleas y documentos, ha expresado sus razones, ideas y posiciones respecto de la realidad política y social en que nos toca vivir, trabajar y expresarnos.
Estas asambleas caracterizaron la presente etapa como signada por el agotamiento de un régimen social: el capitalismo.
Hoy, en oportunidad de la primer edición del Festival que incluye una Asamblea de Teatristas, vemos como un acierto aquella caracterización.

La crisis
La crisis financiera internacional es prueba de esto. La acumulación de capital ficticio, producto de especulaciones y negocios basados en la reproducción del capital como única razón de la organización social ha explotado sobre si misma. No se trata entonces de la quiebra de empresas mal gerenciadas o de “errores” cometidos por funcionarios incapaces. Es el resultado de la declinación final de un sistema. No podría explicarse de otra manera la velocidad y virulencia con que se ha expandido por el mundo, derrumbando Bolsas de Comercio, quebrando bancos y aseguradoras, o sea demoliendo el edificio del capital financiero.

Pero no es sólo un problema económico.
Los intentos de los estados europeos, asiáticos y norteamericanos por rescatar de la bancarrota a sus gigantes financieros, inyectando siderales sumas de dinero, dan por tierra con las leyes básicas del llamado neoliberalismo según las cuales la mano invisible del mercado regula su propio funcionamiento. El hecho de que incluso de esta forma no hayan podido detener la caída de las bolsas y de los precios internacionales de las materias primas muestra su total impotencia y abre una etapa de crisis políticas en el seno del primer mundo.
Este tipo de rescates demuestran también el carácter de la política de los gobiernos. Frente a un mundo en el que millones de seres humanos sufren cotidianamente las consecuencias del sistema mediante hambrunas, carencia de servicios básicos como la vivienda, la educación y la salud, el dinero se utiliza para salvar a los bancos y las empresas. El régimen no tiene respuestas, salidas o rescates posibles para la humanidad en su conjunto. Para los pueblos sólo ofrece mayores sufrimientos, despidos masivos, guerras de saqueo, pauperización y barbarie. El carácter inexorable de este derrumbe es inmenso e irreversible dentro se sus mismas leyes.

Contra la barbarie, la unidad de los explotados por el socialismo
Estos hechos nos colocan frente a la circunstancia de redoblar esfuerzos por construir juntos, los explotados y trabajadores del mundo, una nueva organización social. Claro que esto no será producto del voluntarismo ni tampoco vendrá apaciblemente de la mano de la caída del capitalismo. La gran tarea que la situación pone por delante a los trabajadores será la de luchar por su independencia política, sin medias tintas ni vanas ilusiones. Las opciones centro izquierdistas ya han fracasado en todo el mundo, el nacionalismo de contenido burgués muestra todos los días sus insalvables limitaciones tanto como su carácter de clase, en las “salidas” que para la crisis intenta en Latinoamérica. Fracasan vertiginosamente todas las recetas que no se proponen revolucionar la organización de la sociedad.

Los artistas , la crisis y el Felco Teatro de Buenos Aires
Así como defendemos la independencia de la clase obrera concebimos imprescindible luchar por la del arte.

Aún los artistas más comprometidos con la representación de las luchas populares no estamos exentos de las presiones de cooptación del Estado, así como tampoco de las del mercado gobernado por los vaivenes de la sensibilidad de la sociedad de consumo. La defensa de nuestra autonomía e independencia en la expresión artística estará dada en nuestra capacidad de involucrarnos al movimiento general de la clase trabajadora.
El Felco se propone trascender el carácter de evento, de un festival “cultural” para tender a pensarse como una alternativa de organización que pueda nuclear a los teatristas comprometidos con la lucha de los explotados por su emancipación, al tiempo de reconocerse como artistas, integrantes de esas clases explotadas.
Aún con un desarrollo embrionario resulta pertinente reflexionar respecto del carácter de su constitución. La conformación de algún tipo de nucleamiento más permanente a posteriori de estas jornadas de Noviembre podría ser el punto de partida para desarrollar una lucha frente al Estado, exigiendo los fondos necesarios para su desarrollo independiente, su difusión, para la educación artística, en definitiva, para garantizar el acceso al arte y a la cultura de los explotados.
En cuanto al debate de las formas nos manifestamos a favor de una total libertad de búsqueda formal. El arte es una expresión profunda del sujeto y su expresión no debe ser cercenada jamás. El capitalismo es el mayor opresor de la libertad del arte, en tanto que la división del trabajo entre trabajo intelectual y trabajo manual le sustrae la posibilidad de desarrollo de la expresión artística a una inmensa mayoría de los explotados.

En estas condiciones, ningún artista puede ser plenamente libre al mismo tiempo que ningún explotado, plenamente sujeto.

Es en este sentido que planteamos que el mayor desafío de los artistas es la lucha por su independencia, y que a su vez esa lucha deba fundirse con la lucha de la clase obrera por su emancipación.
Es nuestro compromiso, que el Felco teatro contribuya a esa tarea.


Votado por unanimidad en asamblea, Buenos Aires, 29 de Noviembre 2008



El Felco teatro y sus reivindicaciones

Nuestra actividad como artistas de teatro, al no estar escindida de la realidad social, no está exenta de los problemas que acucian al conjunto de los habitantes del mundo. La dominación económica e ideológica ejercida desde el poder político, a nivel mundial y particularmente sobre las clases trabajadoras, es nuestro mayor enemigo.
El hecho de que el acceso a la expresión artística esté restringido para la gran mayoría de la población, tanto sea como productor o como espectador, es un medio de control de la conciencia de los individuos. La destrucción de las escuelas artísticas, la falta de incentivos a la producción cultural, la imposibilidad de producir y exhibir por carencia de recursos económicos son la cara de la política cultural de los gobiernos de nuestros países. De esta manera la única producción al alcance de los trabajadores es la que ofrece la devaluada televisión, de ribetes cuasi pornográficos y vacía de contenido, o aquella a la que puedan acceder gastando gran parte de sus magros salarios.
Nos manifestamos en contra del tratamiento mercantilista de las obras artísticas. El teatro no ha nacido como objeto de trueque, sino como forma expresiva del cuerpo, el habla y el pensamiento en contacto directo con el espectador.
Consideramos que es un derecho de todos el acceso y apropiación del capital simbólico que representa el disfrute y la producción de una obra de arte.

Los festivales
El más claro ejemplo del tratamiento que se le da desde el estado al teatro es la forma organizativa de los festivales organizados por el Instituto Nacional del Teatro (Argentina). Lo que parecería en principio una forma de fomento a la expresión teatral muestra rápidamente su verdadera faz cuando se convierte en una competencia entre elencos y obras por el ansiado premio de poder ser representadas. Nos pronunciamos por la reconversión de estos festivales es una verdadera red de exhibición de todas las obras que se presenten, con entrada libre y gratuita, y apoyo económico y material del Instituto a los elencos.

Las salas
Nuestras formas de producción e intenciones con la que hacemos teatro corren paralelas a la existencia de salas o lugares de exhibición que cuenten con el apoyo del Instituto para su manutención y mejoramiento. Creemos que todas las salas en las que se exhibe el teatro independiente deben ser sostenidas económicamente, deben mantenerse abiertas y se debe fomentar su existencia como un derecho de toda la comunidad.

Nuestras conclusiones
Las jornadas previas a la muestra central, en las que se presentaron obras en Centros Culturales barriales, Asambleas Populares, Centros de Estudiantes, etc… así como la propia Muestra Central, demuestran que nuestros debates no son caprichosos ni que nos muevan intereses individuales o corporativos. Más de 25 elencos y obras han participado del Felco, a cada presentación han asistido 50 personas en promedio. Se ha visto teatro clásico, experimental, unipersonal, grupal, musical, de autor y creaciones colectivas. Porque el arte es un derecho, porque el teatro es nuestro espacio, porque somos trabajadores y porque creemos en la construcción colectiva para obtener nuestras reivindicaciones votamos la continuidad del Felco Teatro en una segunda edición a realizarse en Abril de 2009.



Aprobado por mayoría en Asamblea, Buenos Aires, 30 de Noviembre de 2009